Confundidas hasta la médula
- A
- Jul 28, 2015
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El motivo real por el cual abrimos este blog es porque queremos hacer algo que transforme nuestras vidas, las de otros, y, de paso, obtener un ingreso lo suficientemente generoso como para no tener que trabajar para otra persona nunca más. Es el sueño de nuestra generación: crear algo novedoso, o reinventar la rueda… la verdad no importa de qué se trate, siempre y cuando podamos vivir de ello y controlar nuestro horario como nos dé la gana. El único problema es que no sabemos NADA. No sabemos qué queremos, no sabemos hacia dónde vamos, no tenemos planes a largo plazo… estamos sumamente confundidas, y creo que no solo nosotras, sino la gran mayoría de las personas en nuestro rango de edad o menores.
Trabajar para otro ya no nos hace sentir conformes, pero siempre que intentamos dar un paso hacia la independencia, renunciar y empezar algo propio, terminamos regresando a otros trabajos con un salario fijo, pero que nos hacen sentir igual de inconformes. ¿A qué se debe esto? ¿Cobardía tal vez? ¿Falta de recursos? ¿Falta de ideas de negocios? No lo sé, pero si queremos independizarnos laboralmente, no tenemos mucho tiempo para averiguarlo.
Mi hermana y yo hemos intentado muchísimas cosas para ingresar al mundo de los emprendedores: diseño de ropa, diseño de muebles, turismo interno, organizadoras de bodas… la lista sigue, pero así mismo sigue creciendo la lista de proyectos abandonados. Pienso que gran parte se la debemos a la educación recibida en casa… si ya sé que es muy fácil echarle la culpa a los padres de todo, pero realmente, cuando creces con pensamiento de hormiga obrera, es muy difícil romper el molde y empezar a pensar que tendrás éxito. Y es que he llegado a la conclusión (al menos por ahora) de que el primer paso para lograr emprender con éxito es pensar que eres capaz de tener dicho éxito. ¿Quién va a querer comprar tu producto o servicio, si ni tú mismo te crees capaz de venderlo?
El segundo paso (según mis conclusiones) es definir un “modelo de negocio”. Para esto es necesario contemplar todas las ideas (y digo todas, no importa lo alocadas que sean), sacar una lista y comenzar a eliminar. Aquí es dond
e nosotras hemos encontrado la mayor dificultad (y no es que hayamos superado del todo el paso 1). Tenemos tantas ideas, tantas cosas que nos gustaría hacer, que terminamos por no decidirnos y dejar todas las ideas en el abandono perpetuo. No te estanques en este paso y no lo pienses demasiado, selecciona una idea, aférrate a ella y empieza a desarrollarla.
El paso 3 aún no lo he identificado (recuerden que aún no soy una emprendedora exitosa) pero en la medida que lo descubra, se los iré comentando.
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